“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12
Prácticamente todos los
cristianos evangélicos y aún los liberales están de acuerdo en que Satanás es
un ser vivo y que es una fuerza maligna en el mundo. Históricamente, confesiones
cristianas de fe siempre han incluido declaraciones sobre la creencia de un
diablo personal (no que cada persona tenga un demonio personal, sino que el
diablo es un personaje real más que una fuerza impersonal). Pero cuando hablas
de demonios que están vivos y activos en el mundo hoy en día, muchos cristianos
se erizan, "espera, creo en el diablo, pero no en eso de los
demonios".
Mi pregunta a estas
personas es: ¿Cómo crees que Satanás lleva a cabo su ministerio de maldad y
engaño en el mundo? Él es un ser creado, no es omnipresente, omnisciente ni
omnipotente. Él no puede estar en todos
lados tentando y engañando a millones de personas al mismo tiempo. Él lo
hace a través de un ejército de emisarios (demonios, espíritus malignos,
ángeles caídos, etc.) quienes propagan su plan de rebelión alrededor del mundo.
Es claro del contexto de Efesios 6:12 que los principados, potestades y
gobernadores que se nos oponen son entidades espirituales en los lugares
celestiales (en el mundo espiritual).
La incredulidad en la
actividad demoniaca personal (o un miedo desmesurado de los demonios) es una
evidencia de la estática que Satanás perpetúa en nuestras mentes para
distorsionar la verdad. En el clásico "Cartas del diablo a su
sobrino", C.S. Lewis escribió: "hay dos errores iguales y opuestos en
los cuales nuestra raza puede caer con respecto a los demonios. Uno es no creer
en su existencia. El otro es creer y sentir un interés malsano en ellos. Ellos
se complacen de igual manera por ambos errores y llaman a un materialista o a
un mago con el mismo deleite"
ORACIÓN. Padre Dios, declaro que Tú eres el único objeto
legítimo de temor y de refugio y renuncio a toda actividad demoniaca en mi
vida, en el nombre de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON -
(DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)