“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu…” Efesios 6:18
La oración es la
comunicación con Dios, y como toda comunicación, se puede desarrollar a una
máxima eficiencia o se puede dejar que perezca. Lo que tú escojas determina la
calidad de tu vida espiritual.
La libertad de adorar
que disfrutamos en nuestra sociedad y nuestro alto estándar de vida hace más
fácil el no orar y abusar de la gracia de Dios. Debido a esto, muchos que dicen
que confían en Dios realmente viven como si no lo necesitaran para nada. Tal
negligencia es pecado y lleva al desastre espiritual.
Jesús enseñó sobre la
necesidad de orar siempre y no desmayar (Luc 18:1); "desmayar" habla
de rendirse ante el diablo o desfallecer o acobardarse. Pablo añadió que
debemos orar en todo tiempo en el Espíritu, con toda oración y ruego y a
"velar en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos"
(Efe 6:18).
1 Tesalonicenses 5:17
dice "orad sin cesar", esto no significa orar y no hacer nada más. Simplemente significa vivir constantemente
en un estado consciente de Dios. Si ves un hermoso amanecer o un ramo de
flores, tu primera respuesta es el darle gracias a Dios por la belleza de Su
creación. Si ves a alguien en dificultades, intercedes por esa persona. Ves
cada experiencia de la vida relacionada con Dios.
Dios quiere que seas
diligente y fiel en la oración. Con esa meta en mente dedicaremos este mes al
estudio de la oración enfocándonos en la oración de Daniel (Daniel 9:1-19) y la
oración de los discípulos en (Mateo 6:9-13), ambos son majestuosos modelos de
oración efectiva.
Examina tu forma de
orar, ve tus fortalezas y debilidades. Prepárate para hacer los cambios que
sean necesarios.
ORACIÓN. Señor, gracias por el privilegio de comunicarme
contigo en oración, revélame áreas en mi comunicación contigo que necesiten ser
fortalecidas, en el nombre de Jesús, amén.
JOHN MACARTHUR -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


