“Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo
se engaña.” Gálatas 6:3
Satanás promueve sus
mentiras en el mundo para llevarnos a la auto-decepción. Nos engañamos a
nosotros mismos cuando pensamos de nosotros más alto de lo que debiéramos.
"Pero yo sé quién soy", quizá digas "soy un hijos de Dios,
sentado con Cristo en los lugares celestiales, puedo hacer todo a través de Él.
Eso me hace bastante especial"
Sí eres muy especial
ante los ojos de Dios. Pero eres lo que eres por la gracia de Dios (1 Cor
15:10) la vida que vives, los talentos que posees y los dones que has recibido
no son logros personales, son expresiones de la gracia de Dios. No tomes el
crédito de lo que Dios ha provisto, en lugar de eso deléitate en lograr obras
que glorifiquen al Señor.
Nos engañamos aún más
cuando pensamos que somos sabios en estos tiempos (1 Cor 3:18,19), el asumir
sabiduría sin la revelación de Dios es el colmo de la arrogancia intelectual.
"Profesando ser sabios se hicieron necios" (Rom 1:22) En ocasiones somos tentados a pensar que
podemos competir con el ingenio e intelecto del dios de este mundo. Pero no
podemos ser rivales, cada vez que pensamos que podemos superar a Satanás con
nuestras propias fuerzas, somos candidatos para ser llevados por el mal camino
por su astucia.
Sin embargo, Satanás no
puede ser rival de Dios. Es importante que no nos apoyemos en nuestro propio
entendimiento sino que empleemos la mente de Cristo y lo reconozcamos en todos
nuestros caminos (Prov 3:5-6 y 1 Cor 2:16). Vencemos las mentiras de Satanás
con revelación divina no con investigación humana o razonamiento. Satanás no
está impresionado con nuestro intelecto, el es derrotado por la omnisciencia de
Dios.
ORACIÓN. Señor, ayúdame a no tener más alto concepto de mí
mismo del que debo tener, ni tampoco degradarme porque soy creado a tu imagen,
en el nombre de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)