Una lectura cronológica
rápida y limitada del texto en Génesis
11 y 12 podrían llevar a un
lector novato de la Biblia a suponer que el padre de Abraham estaba muerto
cuando Dios le extendió Su mano divina que guió su destino. Sin embargo, un
simple estudio de la esperanza de vida y las edades de los personajes
históricos involucrados, junto con un análisis riguroso de las genealogías, nos
muestra claramente que este no era el caso en absoluto.
Intérpretes de la
Biblia coinciden en que Abraham tuvo que abandonar la tierra estéril y de lo
poco, y la comodidad y la transigencia en la que su padre había estado
reposando complacientemente al tiempo en que su padre vivía. Tenía que salir de
la casa de su padre. La Fe con negación es la fe que recibirá lo sobrenatural,
porque está decidida a no morir en la tierra de lo poco y obedece el llamado a
“salir de la casa de su padre” (Ver
Génesis 12:1).
Querido lector, no estoy hablando aquí de orgullo espiritual
y arrogancia, o de la actitud pretenciosa y condescendiente que desprecia a los
mayores
o culpa a las generaciones pasadas de nuestros desafíos actuales. No estamos
llamados a compararnos con nadie y estamos llamados a honrar a nuestros padres
y madres en la carne y en la fe. Apreciamos nuestra herencia, nos aferramos a
lo que es precioso, y celebramos el bien y el testimonio auténtico de tantos
que han caminado antes que nosotros.
Sin embargo, estoy
convencido de que la fe que desea recibir lo sobrenatural debe aspirar a más de
lo que ha sido la norma, más de lo que nos rodea o de lo que fue antes que
nosotros. Rechaza la mentalidad mediocre y del mínimo esfuerzo. Cualquiera que
sea la naturaleza y la limitación de tus antecedentes familiares o trasfondo
espiritual, Dios te llama a salir de la casa de tu padre. La armadura de Saúl
no será suficiente para matar a los gigantes de hoy en día. Debes salir de la
casa de tu padre.
CLAUDE HOUDE - (DEVOCIONAL
DIARIO “ORACIONES”)