En Romanos 12:1-18 Pablo dice que debemos ser sacrificios vivos y
usar nuestros dones para el beneficio de la iglesia, no para nuestro propio
beneficio.
No se trata de ningún
individuo humano, nunca lo ha sido. Desde el principio siempre se ha tratado de
Dios. Toda la creación existe por el mandato de Su palabra y sólo Su palabra la
sostiene. Nosotros los humanos vivimos por y para el beneplácito y propósito de
Dios. Él nos creó para guardar y mostrar Su gloria.
Aún así a veces somos
tan rápidos para acreditarnos la gracia espiritual y dones en nuestra vida como
si fueran por nuestras obras. Podemos presumir de nuestra relación con Dios y
actuar como si las riquezas que comparte con nosotros son para nuestro propio
beneficio y beneplácito.
Dios nos ama a cada uno
como individuos pero Su propósito siempre es más grande que el individual. Él
reparte Sus dones para el beneficio y crecimiento de Toda su gente. No tenemos
derecho a prostituir esas riquezas para nuestro uso personal.
Es fácil ser seducido por la alabanza o aclamo que otros
puedan mostrar hacia nosotros por nuestros dones o habilidades. En lugar de tomar el
crédito por ellos debemos ofrecerlo al Señor como un sacrificio de alabanza y
gratitud. Pablo dijo que debemos ofrecer nuestros cuerpos como un
"sacrifico vivo, santo, aceptable a Dios, el cual es nuestro servicio
racional". Como sacrificios vivientes no reclamamos nada para nosotros
sino nos damos totalmente a nuestro Rey.
En lugar de alardear
acerca de nuestros dones y privilegios, Pablo dice que no debemos pensar más
alto de nosotros mismos de lo que debemos sobriamente. Debemos usar los dones y
riquezas que recibimos del Rey para el beneficio del cuerpo de Cristo...
nuestros compañeros creyentes. Cada palabra en Romanos 12:1-18 pone el enfoque
fuera de nosotros mismos para poner nuestra atención sobre otros. Pablo dice,
"sean amorosos unos con otros, con amor entrañable, con honor, dando
preferencia a los demás". Para que no nos elevemos mucho, Pablo dice
"sean de un mismo sentir unos con otros. No sean altivos en el pensamiento
sino condescendientes con los humildes. No sean sabios en su propia
opinión".
No hay ningún lugar en
el cuerpo de Cristo para la
auto-búsqueda o auto-realización. La
iglesia tiene sólo una Cabeza, y no somos ni tú ni yo. Es Cristo. Nada de lo
que tenemos es nuestro. No trajimos nada a este mundo y no nos podemos llevar
dada. Todo lo que tenemos le pertenece a Cristo y nosotros debemos usarlo para
Su gloria y la suya solamente.
No prostituyas las
riquezas del Rey para tus propios propósitos egoístas. No se trata de ti. Date
a Dios como un acto de adoración. Como un sacrificio vivo.
ORACION. Señor, perdóname por olvidarme de que se trata de Ti
y no de mi. Te ofrezco mi vida como un sacrifico vivo. Úsame como tú quieras,
en Cristo Jesús, amén.
TOMMY TENNEY - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


