“Bienaventurados los pobres en espíritu,... los que
lloran,... los mansos,... los que tienen hambre y sed de justicia,... los
misericordiosos,... los de limpio corazón,... los pacificadores,... los que
padecen persecución por causa de la justicia...” Mateo 5:3-10
Un test en una revista
popular tipificó a la gente feliz como los que disfrutan de otras personas pero
no se sacrifican, que se niegan a participar de sentimientos o emociones
negativas y quienes tienen un sentido de logro basado a su propia
autosuficiencia.
Pero Jesús describió a
la gente feliz de una manera muy diferente. De hecho, Él tipifica a la gente
feliz como mendigos espirituales quienes se dan cuenta de que no tienen
recursos en sí mismos. Él los describió como mansos y no orgullosos, que se
duelen por su pecado, abnegados y dispuestos a soportar persecución por
reconciliar a los hombres con Dios.
Según los estándares
del mundo, eso suena más como miseria que felicidad, pero la gente del mundo no
entiende que lo que generalmente se piensa como miseria es en realidad la clave
de la felicidad.
Sigue el pensamiento de
Dios: la verdadera felicidad comienza con ser pobre en espíritu (v3), eso
significa que tienes una actitud correcta con respecto al pecado y te lamentas
por eso (v4). El lamentarse por el
pecado produce mansedumbre que te lleva al hambre y sed de justicia (v 5-6)
que da lugar a la misericordia, la pureza de corazón y un espíritu apacible (v
7-9), actitudes que traen la verdadera felicidad.
Cuando muestras esas
actitudes puedes esperar ser insultado, perseguido y acusado injustamente
(v10-11) debido a que tu vida será una reprimenda irritante para la gente del
mundo. Pero a pesar de la persecución, puedes "regocijarte" y
"alegrarte" porque tu recompensa es grande en los cielos (v12).
Eres una de las luces
de Dios en un mundo oscurecido por el pecado (v14) y aunque la mayoría de las
personas rechazan a Cristo, otros serán atraídos a Él por el testimonio de tu
vida. Se fiel a Él hoy para que Él te pueda usar de esa manera.
ORACIÓN. Gracias Dios por la gracia que me capacita para tener
esas actitudes bienaventuradas, te pido que me hagas una luz brillante en la
vida de alguien hoy, en el nombre de Jesús, amén.
JOHN MACARTHUR -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)