En Juan 14:15-27 Jesús promete enviar al Espíritu Santo como
Consolador y Maestro para estar con sus discípulos y enseñarles todas las
cosas.
¿Reconoces las
limitaciones de tu propio conocimiento y experiencia? ¿Le das la bienvenida y
aún buscas la instrucción de un maestro sabio? O ¿Eres el tipo de persona que
hace las cosas a ciegas rechazando cualquier consejo y prefiriendo proceder con
prueba y error?
Humildad es uno de los
protocolos para acercarse al Rey y una de las características de la humildad es
un espíritu que se deja enseñar. Ester se dejaba enseñar. Su espíritu humilde
le abrió el camino para la exaltación de ser una campesina a reina. Ella sabía
que no tenía idea de cómo complacer y ganarse el afecto y favor del rey.
Conociendo esto volteó a alguien que sí sabía: Hegai, el eunuco del rey.
Hegai conocía al Rey
Jerjes mejor que nadie en el palacio. Él sabía cuáles eran las preferencias del
rey, quizá mejor que el mismo rey. Hegai tenía conocimiento y experiencia en
las que confió Ester. Ese espíritu que
se dejaba enseñar, el de Ester, la elevó a una posición más arriba de las otras
vírgenes en el harem y ganó el corazón del rey.
Como Ester tú tienes un
eunuco, un Maestro para enseñarte el corazón, mente y costumbres del Rey. Jesús
prometió a sus discípulos, "le pediré al Padre que les envíe otro
Consolador, que se quede con ustedes por siempre -El Espíritu de verdad... pero
el Ayudador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él les
enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho"
El Espíritu Santo nos
guía a toda la verdad. Él testifica de Jesús. "Él testifica a nuestro
espíritu que somos hijos de Dios, con gemidos indecibles él intercede por
nosotros conforme a la voluntad de Dios". Él abre tu espíritu para recibir
revelación y para entender las escrituras. Él está contigo y te da un acceso
directo al Rey. Él te enseña a adorar, te llena, te da dones espirituales y te
da poder para el servicio del Rey.
Si quieres encontrar el
favor del Rey, humíllate como lo hizo Ester. Escucha al eunuco del Rey. Hegai
fue un mero siervo humano del rey Jerjes. El Espíritu Santo es divino, y conoce
el corazón y mente del Rey porque Él y el Rey son uno. No dejes que el orgullo
o un espíritu que no se deja enseñar te detengan de acercarte al Rey. El
Espíritu Santo es un Guía verdaderamente confiable. ¡Confía en tu Maestro!
ORACIÓN. Señor, gracias por darme al Espíritu Santo como mi
Ayudador, Guía y Maestro. Espíritu Santo, humildemente me someto a tu
instrucción. Enséñame el corazón, mente y costumbres del Rey. Prepárame para Su
presencia.
TOMMY TENNEY - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


