“echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene
cuidado de vosotros.” 1 Pedro 5:7
Supongamos que has
buscado la voluntad de Dios para una cierta dirección y crees que Él te ha
guiado a hacer planes específicos. El problema es que te preocupa si tus planes
van a resultar en lo que esperas. Cuando yo estoy enfrentando ese tipo de
situaciones, trato de seguir seis pasos que describo a continuación para
limitar mis sentimientos de ansiedad:
Primero: Plantea el problema, un problema bien planteado ya va a la
mitad de resolverse. En estados de ansiedad la gente no puede ver el bosque por
los árboles. Pon el problema en perspectiva ¿importará por la eternidad? El peligro
aquí es buscar consejo impío. El mundo está lleno de magos y adivinos que
prometen grandes resultados. La apariencia puede ser sorprendente. Su
personalidad puede ser encan-tadora, pero están en bancarrota de carácter.
Evítalos (Salmo 1:1)
Segundo: separa los hechos de las suposiciones, como no sabemos lo
que sucederá mañana, suponemos cosas, y generalmente asumimos lo peor. Si la
suposición es aceptada como verdad, llevará a tu mente a sus límites de
ansiedad. Así que debes separar los hechos de las suposiciones.
Tercero: determina lo que puedes controlar. Eres responsable por lo que puedes controlar, y no eres responsable por
lo que no puedes controlar. No trates de echar tu responsabilidad en
Cristo, Él te la enviará de vuelta.
Cuarto: haz una lista de lo que puedes hacer con respecto a la
situación que esté bajo tu responsabilidad. Cuando la gente no asume su
responsabilidad, se voltea a una cura temporal de ansiedad como el comer, ver
la T.V., sexo, drogas, etc.
Quinto: una vez que estés seguro de que has cumplido con tu
responsabilidad, ve si hay modo de que puedas ayudar a otros. El quitar tu
atención de ti mismo y ayudar a otros que te rodean no solo es hacer lo
correcto, sino que te trae una paz interna especial.
Sexto: el resto es responsabilidad de Dios, excepto por tus
oraciones, de acuerdo a Filip 4:6-8. Así que asume tu responsabilidad, pero
echa tu ansiedad en Cristo.
ORACIÓN. Señor, ayúdame a reconocer la diferencia entre las
responsabilidades de hoy y las ansiedades, ponlas en el lugar indicado, en el
nombre de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


