“Pero Pedro dijo: Hombre, yo no sé de qué hablas. Y al
instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.” Lucas 22:60-62
Entonces el Señor se
volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, cómo le había
dicho: Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces. Y saliendo fuera,
lloró amargamente.
Padre eterno, cada uno
de nosotros hemos experimentado el fracaso, muchos fracasos. Nos han dejado
quebrantados, deprimidos, desilusionados de nosotros mismos y llenos de
remordimiento. Hay ocasiones en que tenemos recuerdos de esos momentos como si
nos persiguieran; y realmente nos sentimos angustiados.
Gracias por la
transformación tan extraordinaria hecha posible por tu perdón. Gracias por
entender que solo somos polvo, muchas veces incapaces de cumplir nuestras
promesas o de vivir a la altura de nuestras propias expectativas.
Renueva nuestra
esperanza, así como nos reflejamos en Pedro con quien nos podemos identificar
tan fácilmente. Recuérdanos que así como lo usaste a él después de sus
fracasos, también nos usarás a nosotros por Tu gracia. De hecho, ayuda a que nuestros recuerdos de fracaso traigan humildad
para que veamos Tu gracia como realmente es... maravillosa.
Ayúdanos a encontrar
ánimo fresco y nuevas fuerzas en Tu Palabra. Confiamos solamente en ti, en que
Tú puedes darnos la habilidad de tener nuevamente esperanza. Solo Tú tienes el
poder de hacer algo hermoso y bueno de las vidas que están llenas de restos de
pensamientos que nunca debimos haber tenido... palabras que nunca debimos haber
dicho... y hechos que nunca debimos haber cometido.
Nuestra única fuente de
descanso viene a través de Tu gracia. Tráela a nuestra mente de nuevo y cada
vez que estemos en momentos críticos, cuando quiera venir el desánimo... y
haznos agradecidos.
CHARLES R. SWINDOLL -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


