Recientemente estuve
hablando con un pastor en Irlanda, quien me hablaba de sus temores respecto al
año venidero. Mientras él veía algunas dificultades en el horizonte, me encantó
que me mencionara Hebreos 11:1. ¿Alguna vez lo leíste? Dice: “Es, pues, la fe
la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Y luego me
dijo: “Gary, tú sabes que el temor es que lo que se espera nunca suceda,
¿cierto? Y que lo que no se ve, se quede sin poder verse. En eso consiste el
temor. Es una convicción dentro de ti. Creer que lo esperas nunca suceda. Ese
es el temor y es un impedimento para lo que Dios quiere hacer en tu vida”.
Quiero pedirte hoy,
antes que termine el día, que le pidas a Dios que te lleve a tener tal pacto
con Él, que Su perfecto amor, Su obra de gracia en favor tuyo, eche fuera todo
temor. Algunos de ustedes creen que cuando reciben el perfecto amor, ya nunca
más sentirán temor. ¡No! Es Su perfecto amor y, de hecho, el Suyo es el único
amor perfecto que existe, el que entra en tu corazón. Eres amado, eres
aceptado, no necesitas ningún ídolo que te haga sentir bien contigo mismo. Una vez que esto sucede y tú entregas tu
propia agenda, todo lo que quedará para ti serán las promesas de Dios para tu vida.
¡Aleluya, esas son buenas nuevas!
En Génesis 15:7 vemos
que Dios sacó a Abram de Ur de los caldeos y le dio la promesa de “darte a
heredar esta tierra”. Abram tenía a largo viaje por delante, ¡pero tenía la
promesa de Dios!
Cuando tú tienes una promesa
de Dios, el viaje vale la pena, amigo. Cuando tú tienes la promesa de Dios, Él
está diciendo: “Vamos, hermano, Vamos, hermana. Vamos, hija. Vamos, hijo.
¡Créeme! ¡Ten fe!”
Si tú nunca tuviste fe
antes, ten fe en Él, este año. Si has tenido fe, aumenta tu fe este año. Si tú creíste
en Dios para cosas grandes, cree en Él para cosas mayores.
GARY WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)