"Las muchas aguas no podrán apagar el amor..." Cantares 8:7
Muy pronto en el
matrimonio descubres que la mayor amenaza para la pareja es el egoísmo. Una
madre estaba tratando de explicar a su hijito los beneficios de no ser egoísta.
Concluyó su exposición diciendo: 'Estamos en este mundo para ayudar a los
demás'. El niño se quedó pensativo y luego preguntó: 'Entonces ¿para qué están
los demás aquí?' Cuando dos personas ponen sus necesidades y sus deseos
personales en primer lugar, van a chocar.
Veamos algunos ejemplos
de egoísmo en el matrimonio:
a) La familia política. Es una señal de egoísmo e inmadurez
estar continuamente "dando la vara" con lo que decían tus padres o cómo
hacían ellos las cosas. No es justo para tu cónyuge y va a dañar vuestra
relación.
b) La pornografía. Escribió el salmista: "Me
negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar.
Detesto a los que actúan de manera deshonesta..." (Salmo 101:3 NTV). La pornografía es tan
adictiva como la heroína y un sinnúmero de matrimonios están siendo arruinados
por ella. No solamente te deja avergonzado, también destruye la autoestima de
tu pareja.
c) Los desacuerdos. No seas como la mujer que le dijo a
su amiga: 'Llevamos 20 años casados y nunca nos hemos peleado. Si surge una
diferencia de opinión y yo tengo razón mi marido cede'. Su amiga le preguntó:
'¿Y qué pasa si él tiene razón?' Sin titubear, la primera respondió: '¡Eso
nunca ha ocurrido!'
d) La falta de oración. El 90 por ciento de las parejas
cristianas no leen la Biblia ni oran juntos. ¿Lo haces tú? Si Cristo es lo más
importante de vuestras vidas, debería ser lo que más disfrutéis compartir.
Cuando la pasión y la belleza física se desvanecen, el amor de los dos a Jesús
os sostendrá a través de las tormentas
de la vida. Por lo tanto ¡lucha por tu matrimonio!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


