“Después que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del
rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. -¿Dónde
está el que ha nacido rey de los judíos?- preguntaron. Vimos levantarse su
estrella y hemos venido a adorarlo.” Mateo 2:1-2
Mi profundo deseo es
que todos rindamos homenaje a aquel de quien cantamos: «Un niño nos es nacido,
hijo nos ha sido dado». Que aquellos de nosotros que han adorado durante mucho
tiempo adoren con una reverencia nueva y más humilde y con amor más intenso. Y
quiera Dios, ay, sí, ¡que lo quiera!, que algunos que están lejos de él
espiritualmente, así como lo estaban los magos de manera física, puedan venir
hoy y preguntar: «¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? Hemos venido
a adorarlo». Que los pies que se han acostumbrado a las sendas anchas pero que
no están acostumbrados al camino estrecho busquen en este día ver a Jesús e
inclinarse delante de él con todo su corazón y encuentren en él salvación.
Estos hombres sabios vinieron naturalmente, atravesando el
desierto; vengamos espiritualmente, dejando nuestros pecados. Estos fueron guiados
por una estrella, que la fe en el divino Espíritu nos guíe a nosotros, mediante
la enseñanza de su Palabra y todas esas luces benditas que el Señor utiliza
para llevar a los hombres a sí. Solo que vayamos a Jesús. Fue bueno ir donde el
bebé Jesús, guiados por los débiles rayos de una estrella; descubrirás que es
incluso más bienaventurado venir a él ahora que está exaltado en los cielos y
mediante su propia luz revela su perfecta gloria. No te demores porque hoy él
clama: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré
descanso» (Mateo 11:28).
(A través de la Biblia
en un año: Miqueas 4-7)
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del Maestro”)


