“Pues a sus ángeles dará órdenes acerca de ti, para que te
guarden en todos tus caminos” Salmo
91:11
Néstor no veía la hora
de pasar a la secundaria. Le habían dicho que la escuela donde iba a ir ofrecía
cursos de carpintería. Soñaba que su primer proyecto sería hacerle un balcón a
su cuarto. Su próximo proyecto sería hacer una rampa en el patio para practicar
saltos en su patineta. Su obra maestra sería construir un tobogán olímpico en
el terreno baldío detrás de la escuela.
Las ilusiones de Néstor
se vinieron abajo cuando se enteró de que la clase era sólo de 45 minutos dos
días por semana. Y se desilusionó terriblemente cuando el maestro le dijo que
su primera tarea era hacer una cosita para la casa, escogiendo de media docena
de diseños para servilleteros, cajas para archivar recetas y separadores para
los cajones de la cómoda. Pero Néstor casi se desmaya cuando el profesor le dio
de vuelta su proyecto. En la hoja de calificación adjunta había un enorme
cero. En la parte superior de la hoja el
profe había escrito la pregunta: "¿Qué es esto?".
Si estás mirando el
proyecto estrafalario de alguien en la escuela y no puedes adivinar qué es, hay
una sola manera de averiguarlo. Se lo preguntas a su creador.
Por eso, si estás
tratando de averiguar quién eres realmente, ¿a quién te conviene preguntar? Al
que te hizo, por supuesto. Dios es el que sabe exactamente quién eres.
Entonces, ¿cómo
exactamente te ve Dios?
-Primero, Dios te ve como alguien digno de ser amado
eternamente. Él es tu Padre. Te creó a su imagen (ver Génesis 1:26, 27). Eres la
mejor expresión de su genio creativo. En respuesta a tu fe en Cristo, te aceptó
como su hijo en su familia (ver Juan 1:12, 13). Dios te ama tanto que ha
encargado a sus ángeles que te protejan (ver Salmo 91:11, 12).
-Segundo, Dios te ve como alguien infinitamente valioso. En la cruz, Dios
declaró a todos los que quieran escuchar que vales el regalo que es Jesucristo,
su Hijo muy amado. Si alguna vez te colocaras una etiqueta con tu precio,
tendría que decir "¡JESÚS!" porque el precio que Dios pagó para
salvarte fue la vida de Jesús (ver 1 Pedro 1:18, 19).
-Tercero, Dios te ve como alguien totalmente capaz. Pablo se jactó:
"¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!" (Filipenses 4:13). Dios
confía tanto en ti que te dejó sobre la tierra para completar el ministerio
comenzado por Jesús. Te ha dado la tarea de guiar a tus prójimos para que
acudan a él (ver 2 Corintios 5:20).
Si quieres tener un
concepto claro de tu verdadera identidad, necesitas verte como Dios te ve, ni
más ni menos. Eres digno de ser amado, valioso y capaz. No lo dudes, ¡eso es lo
que eres!
JOSH MCDOWELL - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)