Una de las mayores
sorpresas para un nuevo creyente que comienza a leer y estudiar la Biblia es
descubrir que los hombres y mujeres de las Escrituras son tan increíblemente
humanos, que no hay maquillaje ni trucos en la narrativa de la Biblia, no hay
guiones al estilo Hollywood, ni alguna frase “demasiado buena para ser cierta”,
ni héroes irreales y sin defectos.
Una de las razones por
la cual la Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos alrededor del
mundo es que los hechos y los personajes que se encuentran en sus páginas son
simplemente fascinantes. La Biblia es el libro más leído en el mundo porque los
sesenta y seis libros que componen las Escrituras son, en realidad, un espejo
en el que todos encontramos un reflejo de nosotros mismos, tarde o temprano.
Aunque los hombres y mujeres del Antiguo y Nuevo Testamento están muy distantes
de nosotros en el tiempo, el espacio, los contextos, las costumbres y realidad
cultural, a su vez están ahí, tan increíblemente cerca de nosotros en su
experiencia y en su humanidad. Echa un vistazo y tendrás que admitir que estas
personas literalmente “iluminan la pantalla”. ¡La lectura de la Biblia es una
experiencia aún mejor que el último formato de “programa de tele-realidad”!
Cada página es fascinante y nos sitúa en las primeras filas del teatro de la
vida humana, en relación con lo Divino.
Somos sorprendidos, impactados, “confrontados" y
movidos por sus aventuras, batallas, dudas, esperanza, pasión y fe, porque son tal y como
lo que nosotros enfrentamos (tanto así que casi nos incomoda, y de hecho
apartamos la vista del espejo). Estas historias de la vida de la Biblia nos
hacen reír y llorar a la vez. Nuestros espíritus son destrozados por sus
fracasos, son destruidos por los errores que cometen y son levantados con cada
hazaña.
Estos hombres y mujeres
de la Palabra de Dios son de carne y hueso. Ellos sueñan, sufren, caen, lloran
y se sienten decepcionados y traicionados por sus amigos más cercanos y las
personas en quienes más confiaron. A veces sienten miedo de lo que hay dentro
de ellos. Pueden dudar horriblemente y agitar sus puños al cielo en medio de la
ira, confusión y auténtico dolor. Si se hieren, sangran. Le dan la espalda a
Dios e incluso dudan de su existencia, y luego corren desesperadamente hacia Él
cuando ocurre una tragedia. Tan fuertes y a la vez tan débiles, que no hacen lo
que saben que deben hacer y a menudo suelen terminar haciendo lo que odian y
saben que está mal. Sueñan con lo bello y noble de un mundo mejor, con la
justicia y con “comenzar su vida de nuevo”.
La Biblia es una
verdadera caja de joyas, llena de diamantes en bruto. Cada libro y cada
capítulo reflejan una faceta de la experiencia humana en la búsqueda de lo
esencial, lo eterno y lo significativo.
Al leer la Biblia,
puedes descubrir a Dios y encontrarte a ti mismo.
CLAUDE HOUDE - (DEVOCIONAL
DIARIO “ORACIONES”)