“por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia
en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de
Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza” Romanos 5:2-5
Dios promete a todos
los creyentes que un día ellos recibirán la gloria de Cristo.
La seguridad que cada
creyente desea en su salvación se basa en el mismo hecho de que Dios es el
autor de la salvación, cada aspecto de ella es exclusivamente Su obra, y por lo
tanto no puede perderse. La pieza final de la obra grandiosa de Dios es la
glorificación final de cada cristiano, "porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó" (Rom 8:29-30)
El tercer eslabón en la
cadena que eternamente une a los creyentes a Cristo completa los tres aspectos
de la salvación. Pablo ya había establecido que la salvación está anclada en el
pasado porque Cristo hizo la paz con Dios. Está
anclada en el presente porque Cristo continuamente intercede por cada creyente
y establece nuestra firmeza en la gracia. Aquí Pablo declara que la
salvación también está anclada en el futuro porque Dios promete a Sus hijos que
un día ellos serán vestidos con la gloria de Su Hijo.
La palabra griega para
"gloriamos" en Rom 5:2 se refiere a júbilo y regocijo. Cada creyente
debe regocijarse en el futuro en lugar de temerle, porque Jesucristo aseguró la
esperanza de que su destino final es compartir la misma gloria de Dios. Cristo
es la garantía de nuestra esperanza porque Él mismo es nuestra esperanza. (1
Tim 1:1) También tenemos otra razón para regocijarnos en la esperanza de
gloria: nuestras tribulaciones contribuyen a nuestra bendición presente y
gloria final. Pablo declara en Rom 5:3-5 que nuestras aflicciones por causa de
Cristo producen mayores niveles de madurez en el manejo de las tribulaciones de
la vida. Conforme tú continúes persiguiendo la santidad, más serás perseguido y
atribulado, pero mayor será tu esperanza al ver a Dios cómo te sustenta a
través de su gracia todopoderosa.
JOHN MACARTHUR - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)