"Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo
hacerlo" Isaías 28:26
Todos los agraciados de
la lotería suelen hacer el mismo comentario cuando les toca: 'Ganar todo ese
dinero no me va a cambiar la vida'. Pero raramente es así. Seis meses más tarde
ya han dejado su trabajo y comprado una casa nueva. Una encuesta entre este
grupo de personas confirmó dos cosas:
1) La mayoría de ellos era más infeliz después del premio
que antes. ¿Por qué? Por la desilusión y el resentimiento con algunos familiares
y amigos, a causa de las demandas de éstos y sus expectativas no cumplidas.
2) Ninguno de ellos podría vivir ya sin el dinero ganado. Cuando has tenido
mucho dinero, sueles sentirte muy desgraciado con menos. No obstante, tener más
dinero no significa que valgas más.
Escribió Isaías:
"Cuando un agricultor ara para sembrar ¿lo hace sin descanso? ¿No siembra
trigo en hileras...? Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo... esto
viene del Señor Todopoderoso..."
(Isaías 28:24-29 NVI). Significa eso que ya seas agricultor o bombero,
¡Dios te dio ese trabajo! Ése es tu llamado y su propósito no se limita a
brindarte seguridad financiera. Fue concebido para darte dignidad y valía, y
para cumplir los objetivos de Dios en la tierra. El teólogo Miroslav Volf
escribe: "Todo trabajo humano, ya sea sencillo o complicado, es posible
gracias a la intervención del Espíritu de Dios en la persona que trabaja; y
toda tarea cuyo resultado y naturaleza refleje los valores de la nueva creación
se cumple bajo las instrucciones y la inspiración del Espíritu de Dios". Entonces, "Todo lo que hagáis, hacedlo
de corazón, como para el Señor..." (Colosenses 3:23).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")