¿Por qué Jesús dijo:
"Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público" (Mateo 6:6)? Porque el Señor desea tener intimidad. ¡Él quiere
estar encerrado a solas con el amor de Su corazón! Hay muchos que oran, que
nunca faltan a una reunión de oración. Asisten a cualquier reunión en casa y
ciertamente es escritural de que dos o tres estén de acuerdo en oración. Pero
vendrá una Palabra del Señor, y Él susurrará: "Ven solo, cierra la puerta,
que sólo estemos tú y yo". La oración en secreto es la cosa más íntima que
puedes compartir con tu Señor. Si no tienes este tipo de relación, no lo
conoces, en realidad.
Sin intimidad con Jesús,
incluso tus buenas obras pueden volverse malas: "Muchos me dirán en aquel
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé:
Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:22-23).
¿Qué está diciendo Jesús? La clave es esta: "Nunca os conocí". No ha habido intimidad; alguien está
haciendo un gran trabajo en Su nombre, pero realmente sin conocerle. Esto
significa que podemos estar tan ocupados en cosas buenas, en programas, en
ayudar a los demás, que perdemos de vista a Jesús.
Cuando pasamos tiempo a
solas con Él, ¿alguna vez hemos pensado en Sus necesidades? Jesús se hizo
hombre con las mismas necesidades de los hombres, incluyendo la necesidad de
amistad y de amor. Él sintió el rechazo tal como lo sentimos nosotros, porque
él nunca dejó a un lado Su humanidad. Jesús es Dios y hombre a la vez. El hecho
de que Él llevara nuestras enfermedades, significa que todavía experimenta los
dolores y las necesidades del hombre. Estaba pensando recientemente: “Señor,
cuando estabas en la tierra, ¿alguna vez te preguntaste si alguien te amaba
sólo por quien Tú eras, como Jesús, el hombre?” Considera las multitudes que le
apretaban por todas partes, que clamaban por ayuda, por misericordia, por
vista, por comida, por señales y maravillas. Él los veía como ovejas sin
pastor; Él oía su clamor y lloraba. Pero sólo unos pocos vinieron a él sin
pedir nada, ¡sólo unos poco vinieron sólo para amarle!
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


