“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me
busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su
pecado y restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos
a las oraciones que se eleven en este lugar.” 2 Crónicas 7:14-15
Nunca desmayes en la
oración. Cuando no tienes deseos de orar, es una alerta de que debes orar más.
Ningún hombre tiene tanta necesidad de orar como aquel a quien no le interesa
hacerlo. Si puedes orar por largo rato, entonces no representa ningún sacrificio
para ti, pero si no puedes y no deseas orar, entonces tienes que orar o el
malvado se aprovechará de tu situación. Él está listo para arruinar a aquel que
se olvida del trono de la misericordia.
Cuando el corazón se muestra apático ante la oración, el hombre
está padeciendo una peligrosa enfermedad. ¿Cómo puede cansarse de orar? Esto
es esencial para la vida. Si alguien se cansa de respirar, de seguro está a
punto de morir; si alguien se cansa de orar, tenemos que orar mucho por él,
porque está corriendo un gran riesgo.
(A través de la Biblia en un año: Cantar de los Cantares 5-8)
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del
Maestro”)