martes, 28 de octubre de 2014

Deshazte de lo superfluo 28 octubre




“Quitémonos todo peso... Y corramos...”  (Hebreos 12:1 NTV)


En los tiempos del Imperio Romano, los atletas olímpicos se entrenaban con pesos atados al cuerpo. Sin embargo, el día de la carrera no llevaban ningún peso encima, de ahí que se nos diga en las Escrituras: “Quitémonos todo peso... y corramos” (Hebreos 21:1 NTV). Cuando Elías pasaba, Eliseo se encontraba arando. Ese momento era la oportunidad idónea para Eliseo. Podía ser profeta y disfrutar por partida doble del éxito de su maestro, pero primero tenía que estar dispuesto a romper su arado y sacrificar su yunta de bueyes. Su arado y sus bueyes representaban la seguridad financiera que estaba dispuesto a entregar con el fin de cumplir con el plan que Dios tenía para su vida.

Piensa unos segundos en tu sueño y todo lo que derivará de él. Si eres como la mayoría de la gente, lo que te viene a la mente son los beneficios que recibirás, los lugares a los que irás, la gente que conocerás, las cosas que poseerás y el puesto o título que ganarás. ¿Notas algo curioso en esa lista? El hecho de que sólo enumera todas las cosas que se te irán añadiendo y ninguna de las que tendrás que sacrificar para lograrlas. Y tu mayor reto no será abandonar las cosas evidentes que sabes que te harán daño, sino deshacerte también de las cosas buenas que te gustan pero que te van a estorbar. Quitar lo superfluo de tu rutina diaria será una lucha constante, pero una que merece la pena. ¿Por qué? Porque a la mayoría de la gente que no logra alcanzar su destino no le frenan barreras insuperables, sino el cansancio de haber llevado demasiadas cosas encima a lo largo del camino.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN