Si te crees demasiado importante para ayudar... sólo te
engañas a ti mismo..." (Gálatas 6:3
NTV)
En su libro Swim With
the Sharks, (Nada con los Tiburones) el experto en liderazgo Harvey Mackay
escribe acerca de Phillip Pillsbury, perteneciente a la famosa familia de la
industria molinera Pillsbury: "Le faltaban las yemas de tres dedos. Era la
marca inconfundible de los obreros de los molinos de harina, aunque un obrero
con cierta discapacidad. Phillip Pillsbury tuvo reputación internacional como
experto en alta cocina. Pero la reputación para sus empleados era la un hombre
dispuesto a hacer los trabajos más duros y desagradecidos. Y todo el mundo lo
sabía."
Si quieres seguir las
huellas de Jesús tienes que estar dispuesto a servir y a no ser egocéntrico. A
menudo la razón por la que no nos prestamos voluntariamente para algo es porque
pensamos que no podemos hacerlo tan bien como otros. Hemos caído en la trampa de hacer de la excelencia un ídolo, creyendo
el lema: "Si no lo puedo hacer bien, mejor no lo hago". Pero en
realidad el servicio imperfecto es mejor que la mejor de las intenciones. Si no
estás dispuesto a hacer algo imperfecto cuando empiezas, nunca vas a empezar.
Todo lo que hacemos al principio no está muy bien, pero así es como aprendemos.
El plan de Dios siempre ha sido involucrar a cuanta más gente posible, no que
todo sea hecho por unos pocos expertos. Aun los mejores cometen errores; así es
como adquieren conocimientos y solidifican el carácter. La Biblia dice: "Si te
crees demasiado importante para ayudar... sólo te engañas a ti mismo..."
(Gálatas 6:3 NTV)
A veces serás llamado a
servir a los que están por encima de ti, en autoridad; otras, a los que están
por debajo de ti, en necesidad. En ambos casos, sólo sirves a Dios cuando estás
dispuesto a hacer lo que se demanda de ti.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


