viernes, 26 de septiembre de 2014

Servir, sencillamente (3) 26 septiembre




Si te crees demasiado importante para ayudar... sólo te engañas a ti mismo..."  (Gálatas 6:3 NTV)


En su libro Swim With the Sharks, (Nada con los Tiburones) el experto en liderazgo Harvey Mackay escribe acerca de Phillip Pillsbury, perteneciente a la famosa familia de la industria molinera Pillsbury: "Le faltaban las yemas de tres dedos. Era la marca inconfundible de los obreros de los molinos de harina, aunque un obrero con cierta discapacidad. Phillip Pillsbury tuvo reputación internacional como experto en alta cocina. Pero la reputación para sus empleados era la un hombre dispuesto a hacer los trabajos más duros y desagradecidos. Y todo el mundo lo sabía."

Si quieres seguir las huellas de Jesús tienes que estar dispuesto a servir y a no ser egocéntrico. A menudo la razón por la que no nos prestamos voluntariamente para algo es porque pensamos que no podemos hacerlo tan bien como otros. Hemos caído en la trampa de hacer de la excelencia un ídolo, creyendo el lema: "Si no lo puedo hacer bien, mejor no lo hago". Pero en realidad el servicio imperfecto es mejor que la mejor de las intenciones. Si no estás dispuesto a hacer algo imperfecto cuando empiezas, nunca vas a empezar. Todo lo que hacemos al principio no está muy bien, pero así es como aprendemos. El plan de Dios siempre ha sido involucrar a cuanta más gente posible, no que todo sea hecho por unos pocos expertos. Aun los mejores cometen errores; así es como adquieren conocimientos y solidifican el carácter. La Biblia dice: "Si te crees demasiado importante para ayudar... sólo te engañas a ti mismo..." (Gálatas 6:3 NTV)

A veces serás llamado a servir a los que están por encima de ti, en autoridad; otras, a los que están por debajo de ti, en necesidad. En ambos casos, sólo sirves a Dios cuando estás dispuesto a hacer lo que se demanda de ti.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







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