“La tribulación produce paciencia” Romanos 5:3
Cada vez que se levanta
la oposición, la gracia de Dios abunda en nosotros. Piense en lo que le sucede
a un árbol cuando lo golpea una gran tormenta. El viento amenaza con arrancarlo
de raíz y llevárselo. Le arranca ramas y se lleva sus hojas. Suelta sus raíces
y desgaja sus brotes. Y cuando termina la tormenta, todo parece estar perdido.
Pero, mire de cerca; la
misma tormenta que abrió grietas en la tierra alrededor del tronco ha ayudado a
que las raíces se profundicen más. Ahora el árbol puede alcanzar fuentes de
nutrición y de aguas nuevas y más profundas. Y todas sus ramas muertas han sido
podadas. Puede que los brotes ya no estén, pero otros volverán a crecer con
mayor plenitud. Le digo que dicho árbol es ahora más fuerte y crece en formas
no vistas. Y sólo espere la siega, ¡porque dará mucho fruto!
Puede que usted se
encuentre en una tormenta ahora mismo. El viento sopla con furia, lo sacude con
violencia y usted piensa que caerá. Amado, ¡no entre en pánico! Debe saber que
en medio de la tempestad, usted está echando profundas raíces espirituales. Dios está desarrollando en usted una
profunda humildad, un mayor dolor y gemido por el pecado, una gran hambre de su
justicia.
Dios está haciendo de
usted, un experimentado soldado de la cruz, marcado por la batalla, pero sabio
y valiente en ella. A veces, puede sentirse decepcionado de usted, pero el
Señor nunca. El hecho es que Él pudo haber actuado soberanamente en cualquier
momento para arrebatarlo de su batalla. Pero no lo hizo, ¡porque vio que ésta
estaba produciendo en usted una mayor sed de Él!
Romanos 5:3 dice: “La
tribulación produce paciencia”. El verbo “producir” significa: “lograr”.
En 2 Corintios 4:17,
leemos: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada
vez más excelente y eterno peso de gloria”. El verbo “produce” en este verso es
el mismo que el de Romanos 5:3.
DAVID WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)