¿PROVIDENCIA O CASUALIDAD?
Por Natalie Mariel Castillo Franco
Mientras estaba sentada en la sala de espera del aeropuerto comencé a
sentir mareos y náuseas. Todavía tenía que tomar un vuelo más. Durante mi
espera, trataba de buscar alguna forma de conexión para cambiar mi vuelo pues
ya comenzaba a sentir la presión dispararse y mi cuerpo desmayar. Aunque
intenté por todas las vías, al final estaba sola, muy adolorida y sin
comunicación. En ese preciso instante recordé un texto que había leído unos
días atrás que se refería a que Dios escucha nuestras oraciones en medio de la
aflicción.
Estar sola no era casualidad, que mi cuerpo estuviera adolorido tampoco,
ni el hecho de que no pudiera cambiar mi vuelo, pues Dios quería mostrarme que
Su providencia era perfecta. En ese momento en medio de mi debilidad comencé a
clamar a Dios, pues Él era el Único capaz no solo de sostenerme hasta llegar a
mi destino sino también de acompañarme durante mi espera.
Pasaron las horas y ya era mi turno de abordar el avión y otro de mis
temores se asomaba: Un vuelo lleno. En ese momento me preguntaba: ¿Dios me
estás escuchando? ¿Otra prueba más? Con debilidad me senté en mi asiento y Dios
seguía hablando a mi corazón y en ese momento trajo a mi mente el Salmo 46:10 “Estad quietos, y sabed que yo
soy Dios.” Luego de treinta minutos, las puertas se cerraron y para mi
sorpresa mi asiento de al lado estaba vacío. Una mezcla de alivio, gozo y paz
sobrecogía mi corazón. Miré a mi lado y sabía que mi Dios sí estaba escuchando
mis oraciones, Él estaba a mi lado. Mi Padre celestial había "comprado un
ticket de vuelo" para estar a mi lado sosteniéndome y en ese mismo momento
con lágrimas en los ojos comencé a orarle "Bendito sea el Señor, porque ha
oído la voz de mis súplicas. El Señor es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi
corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias
con mi cántico" Salmos 28: 6-7. El vuelo comenzó y el Señor estaba en
medio de mí, PODEROSO (Sofonías 3:17).
¿Te has encontrado alguna vez con alguna dolencia física, enfrentando
algún temor o pérdida, en una circunstancia difícil de la cual pensabas que no
tenías escapatoria y que estabas a punto de desmayar, y en ese preciso instante
llega tu salvavidas, la llave de esa puerta de salida, una llamada o una
respuesta inesperada? ¿Qué es lo primero que ha venido a tu mente: casualidad o
providencia de nuestro Dios? Cada
momento de nuestros días y cada detalle de ellos, nuestro Padre Celestial
entreteje un hilo de providencia. No es casualidad sino propósito.
- Dios orquesta TODAS las situaciones por lo tanto no son casualidad.
- Dios ama mostrar Su bondad para con Sus hijos.
- Dios se compadece de nuestra debilidad.
- Dios quiere que Le clamemos en oración.
- Dios nos manda detalles de amor y bondad para que contemplemos que Su
poder y presencia está a nuestro lado.
- Dios es Soberano.
- Dios es FIEL.
Cada situación de tu día, sin importar lo difícil que parezca, quedará
eclipsada por el poder de Dios. Nuestras vidas están en las manos de nuestro
Padre celestial.