"Echa sobre el señor tu carga, y él te
sustentará..." Salmo 55:22
Primero, debes aprender
a llevar tu propia carga. Segundo, debes ser capaz de ayudar a los débiles a
llevar la suya. Tercero, debes entregar tu carga al Señor. "Echa sobre el
Señor tu carga, y Él te sustentará..." (Salmo 55:22 RVR 1960). Parece
sencillo, pero no lo es porque:
1) Si eres egocéntrico, solamente pensarás en tus propios
deseos, necesidades y planes.
2) Si eres emprendedor y decidido, te costará ser lo
bastante humilde para ponerte de rodillas y decir: "Señor te necesito;
antes de emprender nada quiero saber que Tú estás conmigo".
3) Si eres autosuficiente, esperarás hasta que no puedas más
con tanta carga y luego mandarás un SOS al cielo diciendo 'Señor, ¿dónde
estás?' y Él te responderá 'Estoy aquí, preguntándome cuándo ibas a empezar a
confiar y apoyarte en mí, y a recibir de mis fuerzas'.
Jesús dijo: "Yo
soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:5).
La clave del éxito en el Reino de Dios es ésta: trabajar como si todo
dependiera de ti y orar como si todo dependiera de Dios. Martín Lutero dijo:
"He tenido muchas cosas en mis manos y las he perdido todas; pero todo lo
que coloqué en las manos de Dios todavía lo poseo". Si fuera necesario,
Dios permitirá que te caigas de bruces para obligarte a ponerte de rodillas y
pedir su ayuda. Si eres sabio, no esperarás a que eso ocurra.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")