"...La vida del hombre no consiste en la abundancia de
los bienes que posee" Lucas 12:15
Se dice que en 1923,
siete de los empresarios más prósperos del mundo se reunieron en un hotel de
Chicago: el presidente de la mayor empresa siderúrgica independiente, el
presidente de la compañía de servicios más importante, el mayor especulador de
trigo, el presidente de la Bolsa
de Nueva York, un miembro del gabinete presidencial de los EE.UU., el
presidente del Banco de Pagos Internacionales y el presidente del mayor
monopolio del mundo. La fortuna conjunta de estos magnates superaba los fondos
del Tesoro estadounidense.
Avancemos en el tiempo
25 años y veamos lo que sucedió con estos hombres. Charles Schwab, presidente
de la mayor siderurgia independiente, vivió los últimos cinco años de su vida
de dinero prestado y murió como un mendigo. Arthur Booger, el especulador de
trigo, se pegó un tiro. Richard Whitney, presidente de la Bolsa de Nueva York, pasó
tres años en la cárcel. Albert Fall, miembro del gabinete presidencial
estadounidense, fue a la cárcel por soborno. Leon Fraser, presidente del Banco
Internacional de Pagos de los EE.UU. se pegó un tiro. Ivan Kreuger, director de
uno de los mayores monopolios mundiales, también se suicidó.
Si la crisis económica reciente nos ha enseñado algo, es que
el dinero no da ni seguridad ni felicidad. Es verdad que Dios te puede
bendecir con dinero (Deuteronomio 8:18). Pero lo hará por dos razones:
1) Porque le gusta que Sus hijos redimidos caminen en Sus
bendiciones (Salmo 35:27)
2) Porque espera que uses el dinero para demostrar el amor de
Dios a un mundo que sufre. Si recuerdas
esas dos cosas, vivirás por algo que de verdad merece la pena.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")