“Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos
destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” 1 Tesalonicenses 5:3
Esta es la Palabra inspirada por Dios
y cada palabra fue escogida cuidadosamente. La destrucción viene repentinamente
como los dolores de parto de una mujer a punto de dar a luz a un bebé. La mujer
aquí es una sociedad perdida, malvada e impía; y los juicios van a venir como
los dolores de parto. Cuando el momento del nacimiento se acerca, los dolores
comienzan a aumentar tanto en número como en intensidad. Pueden venir con una
hora de diferencia, después cada media hora, luego cada diez minutos. Ella es
llevada a un hospital, y los dolores siguen aumentando. De repente, trabajo de
parto constante: dolor. Su aplicación espiritual es que la destrucción final
comenzará con advertencias dolorosas que se intensificarán y se acelerarán.
Creo que Norteamérica
ya se dirige a la sala de partos. Cuando cientos de infantes de marina
estadounidenses fueron destruidos repentinamente en Beirut, Líbano, sin ninguna
advertencia, ¡quedamos paralizados e impotentes! Unos años más tarde, cuando el
transbordador espacial estadounidense Challenger explotó en los cielos, el
mundo observó con horror cómo siete astronautas cayeron a la tierra, y de nuevo
nos quedamos impotentes.
El SIDA fue declarado
una plaga sobre América por alarmados médicos y su propagación fue aterradora.
Las drogas se han disparado en nuestra sociedad, otra plaga. El abuso de drogas se está extendiendo como
la peste negra de los siglos pasados. ¡Las pandillas ahora vagan por Nueva
York, Los Ángeles y Chicago, asaltando, robando y asesinando! Pablo nos
advierte que todo se va a intensificar, y Dios está acelerando el ritmo de
problemas y aflicciones.
El Espíritu Santo
también está soplando la trompeta más fuerte y suena más inquietante. Nunca
hemos oído tantas advertencias. Nunca ha habido más atalayas clamando desde los
muros. De hecho, ha habido tantas advertencias que muchos del pueblo de Dios
han hecho oídos sordos. La sociedad está con dolores de parto, el juicio está
siendo desencadenado, y la gente está recurriendo a los ídolos y la diversión.
Jesús dijo que debemos regocijarnos cuando veamos que todas estas cosas suceden
porque significa que nuestra redención está cerca.
“Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca” (Lucas 21:28).
DAVID WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)