Muchos cristianos se
han vuelto estériles por estar sentados en una iglesia muerta y escuchar a un
pastor que no tiene unción de Dios. Poco a poco se han convertido en
desnutridos espirituales, sin autoridad espiritual. Las familias sufren, los
hijos se pierden y los matrimonios fracasan. Hoy en día, en las iglesias, nacen
muchos “Ismael”; Ismael significa la carne. Hay muchos cristianos unidos por la
carne, reclamando ser herederos de la justicia.
Dios limpiará y sanará
hijos según Su corazón, para darlos a la iglesia.
"Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta
canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los
hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová" (Isaías
54:1).
Dios no está hablando sólo de despojar las casas de Ismael y entregar las
multitudes a los justos. Es algo más profundo que multitudes, números y éxito.
Él hará el conteo, no el hombre. "¿Daré por inocente al que tiene balanza
falsa y bolsa de pesas engañosas?" (Miqueas 6:11).
"Jehová contará al
inscribir a los pueblos: Este nació allí" (Salmo 87:6). Veamos cualquier
reunión grande de cristianos y todos pueden estar alabando al Señor con las
manos levantadas. Pero las multitudes no impresionan a Dios. Las bandas de Rock
atraen grandes multitudes, pero ahí no existe alabanza a Dios. Él conoce quienes son santos y quiénes se
lamentan por su pecado.
Él santificará Su
nombre delante de todo el mundo. Permíteme compartir contigo una gran profecía
de Ezequiel: "Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la
casa de Israel entre las naciones adonde fueron. Por tanto, di a la casa de
Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de
Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre
las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado
entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán
las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en
vosotros delante de sus ojos" (Ezequiel 36:21-23).
DAVID WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


