“Aprovechando bien el tiempo” Efesios 5:16
Cuando lees la palabra
“tiempo” en los evangelios, debes saber que hay dos palabras diferentes que se
utilizan frecuentemente en el idioma griego del Nuevo Testamento: las palabras chronos y kairos. La palabra chronos
simplemente habla del tiempo en su secuencia cronológica: segundos, minutos,
horas que se convierten en días, semanas, meses y años. El tiempo pasa volando.
La palabra kairos es diferente. A
menudo se traduce con expresiones tales como “Cuando vino el cumplimiento del
tiempo; hasta que se cumplan los tiempos; cuando había llegado el tiempo de que
tal cosa suceda”.
Sugiero que la
aplicación espiritual de esto es vital. Lo que quiero que veas es que en cada
día y en cada momento, reside la oportunidad de tomar una decisión (una
resolución) para transformar el tiempo que simplemente “pasó” y se perdió, en
un momento divino en el que “por la fe con la resolución” desatamos algo
sobrenatural y redentor que puede revolucionar nuestras vidas.
Por favor, presta mucha
atención a esta importante clave. Una de las palabras griegas de las que
obtenemos la palabra “momento” es la palabra átomos. Puedes notar fácilmente
que las palabras “átomo” y “atómica” encuentran su raíz en átomos. Es la imagen
perfecta de lo que se esconde en el momento. La imagen del átomo nos recuerda cómo podemos perder un momento tan
fácilmente y subestimar su potencial y posibilidades. El átomo se considera
que es el símbolo de la unidad perfecta, la partícula más pequeña de un
elemento, más comúnmente llamado una unidad irreducible. La idea es, que es
imposible encontrar algo más pequeño. Es por eso que podemos perder con tanta
facilidad nuestro momento. Como los átomos, estos momentos con Dios van y
vienen y están disponibles para nosotros en cantidades infinitas que pueden
parecer insignificantes en estatura e importancia, ya que son tan diminutos.
Los momentos son
fáciles de perder o ignorar. Al mismo tiempo, nos encontramos con una imagen
del átomo en el momento. En este núcleo, tan increíblemente pequeño, se
encuentra también la capacidad nuclear y la liberación de la fusión nuclear en
toda su magnitud.
Yo lo diría de esta
manera: “¡Cuando aprovechas el momento con Dios mediante la oración y por la fe
con una resolución, puedes liberar una reacción sobrenatural de proporciones
atómicas espirituales!”
CLAUDE HOUDE - (DEVOCIONAL
DIARIO “ORACIONES”)


