"Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella" Efesios 5:25
La iglesia no es un
conjunto de personas mejores que los demás, sino que está formada por gente que
quiere superarse y que sabe que con la gracia de Dios es posible conseguirlo.
¿Nos han decepcionado a veces sus líderes? Sí, pero Jesucristo, cabeza de la iglesia,
no nos ha fallado, ¡ni nunca lo hará! La iglesia de Cristo, de la que forma
parte tu congregación local, fue concebida por Dios antes de que el mundo
existiera (Efesios 1:4). Su precio fue la sangre carmesí de Jesús, se ha
mantenido a lo largo de la historia por el sacrificio de muchos mártires, se le
ha profetizado que su final será más glorioso que su principio y se está
preparando ahora mismo como Novia para su Novio. Juan, en Apocalipsis, la
describe así: "Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado
las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado" (Apocalipsis 19:7).
Así que antes de atacar a sus líderes, retirar tu membresía
o dejar de colaborar, recuerda que no hay nada en esta tierra que Dios ame más
que a Su iglesia. Si haces daño a alguna parte del cuerpo, también la Cabeza se resiente. Y ten
en cuenta lo siguiente: lo único en esta tierra con futuro es la Iglesia ; todo lo demás se
va a desvanecer en humo. La póliza de seguros de la iglesia está garantizada
por el mismo Jesús, quien dijo: "Edificaré mi iglesia; y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18 RVR 1960). Por lo tanto,
ama a tu iglesia; ¡Jesús la ama!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")