"... Necesitáis que alguien vuelva a enseñaros…” (Hebreos
5:12 CST)
Marlene LeFever comentó
con humor: "Ser un maestro eficiente es sencillo; te preparas y te
preparas hasta sudar sangre por la frente." En los años 20, Charlie
Chaplin era la persona más famosa en el mundo. Nacido en la pobreza, trabajó en
escenarios para ganarse la vida y a los 17 años ya era un veterano artista. Y a
los 29 años de edad hizo algo inédito: firmó el primer contrato millonario de
la industria del entretenimiento. No obstante, el éxito no le vino simplemente
porque tuviera talento y dinamismo; también estuvo dispuesto a aprender y siempre
siguió aprendiendo y perfeccionando su don. Incluso en la cima de su carrera,
el artista mejor pagado del mundo no se dormía en los laureles. Él dijo:
"Cuando veo una de mis películas, presto atención a aquello de lo que no
se ríe el público. Si distintos públicos
no se ríen de una peripecia, la examino con detalle e intento descubrir qué es
lo que no funciona. Por otro lado, si oigo risas que no me esperaba, me
pregunto por qué eso en concreto le hizo gracia al público."
Es muy posible que si Charlie
Chaplin se hubiera conformado y hubiera sido arrogante en lugar de estar dispuesto
a aprender, no nos acordaríamos de su nombre hoy. Pero no fue así. Nunca se olvidó
de las bases y se comprometió a aprender. Llegó a ser el co-fundador de la United Artists , una
importante productora de cine que todavía opera en la actualidad. Esta historia
encierra un principio importante. La
Biblia dice: "En realidad, a estas alturas ya deberíais ser
maestros, y sin embargo, necesitáis que alguien vuelva a enseñaros las verdades
más elementales de la palabra de Dios.” (Hebreos 5:12 CST). Si quieres que Dios
te use, sé una persona abierta a recibir corrección y nunca dejes de aprender.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")