lunes, 7 de julio de 2014

Nuevas cada mañana 7 julio




“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”  Lamentaciones 3:22-23


Estoy escribiendo este artículo en enero y estamos comenzando el año con un tiempo de cuarenta días dedicados a la oración y ayuno. Miles de personas de nuestra iglesia y alrededor del mundo, a través de Internet, se unen a nosotros, cada uno en su propia manera; al tanto que hombres y mujeres, parejas, jóvenes y viejos por igual vienen a nuestra iglesia a orar en docenas de reuniones de oración para que cada creyente pueda comenzar el Año Nuevo con una fresca y renovada resolución y determinación ante Dios.

En Quebec, como en muchos otros lugares del mundo, el comienzo de cada año es a menudo un tiempo de compromisos y resoluciones. En nuestra provincia hay un "folclore" increíble de resoluciones de Año Nuevo. Diarios, revistas, radio y televisión publican listas y sugerencias para todo tipo de resoluciones y "Nuevos Comienzos". Por ejemplo, miles hacen la decisión de perder peso e inscribirse en un gimnasio. Yo me ejercito regularmente desde hace más de veinte años, y veo que cada mes de enero trae consigo el mismo fenómeno: una nueva generación de atletas de potencia que se abren camino al gimnasio. Aparecen en sus zapatillas y ropas de marca, están "destinados a ganar", y por lo general entran con un cheque en la mano para pagar el año completo de membresía.

Un amigo mío que es dueño de un gimnasio me explicó una vez que él sabe muy bien que el número de personas que se unen en enero producirá un aumento en el volumen y la demanda de equipamiento y espacio que su gimnasio no puede satisfacer. Sin embargo, hay un hecho ineludible e invariable con el que siempre puede contar: año tras año, más del ochenta por ciento de los que pagan el año completo habrán desaparecido del gimnasio antes de Abril. Se torturan a sí mismos por un tiempo, les duelen lugares y músculos que no sabían que tenían, y luego sucumben a la comida chatarra y la tiranía de la vida como un adicto a la televisión cuyo mejor amigo es el control remoto.

En el reino espiritual, cada día es una oportunidad para un nuevo comienzo. La esencia misma de nuestro Dios es que Su misericordia es nueva cada mañana. ¡Todo su poder, su bondad y su deseo de paz y plenitud para nosotros, así como la plenitud infinita de Su redención, estallan de nuevo, totalmente renovados y disponibles todos los días!


CLAUDE HOUDE - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)







TRADUCCIÓN