“...Y eligieron a Esteban...” (Hechos 6:5 NVI)
La iglesia del Nuevo
Testamento creció tan rápido que los aspectos administrativos de la misma los desbordaba.
Los apóstoles no disponían de suficiente tiempo para orar y estudiar las
Escrituras, de modo que eligieron a siete hombres para ocuparse de los asuntos
prácticos. Esteban era uno de ellos. Durante los próximos días vamos a examinar
sus virtudes: su integridad en las finanzas. “Buscad… de entre vosotros a siete
hermanos de buen testimonio... a quienes encarguemos de este trabajo” (Hechos 6:3
NVI) Ahora bien, no hace falta decir que es necesario haber demostrado un buen
manejo de tus finanzas antes de encargarte de las de la iglesia; en cosas como
saber ahorrar, sembrar, gastar con prudencia y poner a Dios primero en tu
economía.
Aquí hay una cuestión bíblica
sobre la cual reflexionar: “¿Robará el hombre a Dios?” Parece ser que sí. Dios
dijo: "...Vosotros me habéis robado. Y aun preguntáis: ‘¿En qué te hemos
robado?’ En vuestros diezmos y ofrendas.” (Malaquías 3:8 NVI). Quizás estés
pensando: “Vaya, ¡ya llegamos a los anuncios!”. No, diezmar no es una cuestión de dinero, sino de prioridades. Dios
no quiere tus sobras, sino tus "primicias" (Proverbios 3:9). Diezmar también
es una cuestión de obediencia. "Si ellos obedecen y le sirven, pasan sus
días en prosperidad..." (Job 36:11 CST). En cuanto al liderazgo en la obra
de Dios, si no los apoyas con un 10 por
ciento, ¿cómo los vas a apoyar en un cien por cien? Si no lo estás haciendo, prueba diezmar tus ingresos durante un año. Es como entrar en negocios con Dios. Y Él
promete “[abrirte] las compuertas del cielo y “[derramar] sobre [ti] bendición
hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")