“No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo.” 1 Juan 2:15
Como
cristianos, somos nuevas criaturas y miembros de la iglesia de Jesucristo, y
por tanto excepcionales. Como resultado, no debemos vivir como las personas del
mundo. El mundo es orgulloso; nosotros somos humildes. El mundo está
fragmentado; nosotros estamos unidos. El mundo es incapaz; nosotros estamos
dotados. El mundo odia; nosotros amamos. El mundo no conoce la verdad; nosotros
sí la conocemos. Si no andamos de manera diferente del mundo, no lograremos las
metas de Cristo. Si vivimos como las
personas del mundo, estamos esencialmente imitando a los muertos (Ef. 2:1-5), y
eso no tiene sentido.
Los
cristianos somos como una nueva raza. Tenemos una nueva simiente espiritual
incorruptible, y debemos vivir de una manera que corresponda con ella. Somos
nuevas criaturas que han sido preparadas para una existencia eterna. Como
resultado, podemos abandonar nuestra antigua manera de vivir y ser conformados
a la vida de Cristo.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)