Para poder ser un buen
soldado al servicio de nuestro Señor Jesucristo, no es suficiente solamente ser
salvo, hay mucho más para ti. ¡Necesitas ser bautizado con el Espíritu Santo!
En los tiempos de
Pablo, algunos creyentes ni siquiera sabían que había un Espíritu Santo. “Les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu santo
cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo” (Hechos 19:2). Estas personas fueron salvas, pero está claro que no
habían sido llenos del Espíritu Santo.
Yo creo que nosotros
somos salvos a través del poder y ministerio del Espíritu Santo. Pero las
escrituras nos dicen que en adición a esto, hay también un bautismo, una
llenura del Espíritu Santo dentro de nosotros.
Jesús no envió a sus
discípulos y seguidores al mundo, hasta que fueron bautizados con el Espíritu
Santo. Los discípulos tenían corazones puros y fe para sanar enfermos, y fueron
testigos de su resurrección. Estaban dispuestos incluso a morir por Jesús, ¿Qué
más podrían necesitar?
¡Claramente, había más!
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra” (Hechos 1:8)
¿Realmente quieres al
Espíritu Santo? Tienes que estar convencido que es para ti. Debes llegar al punto en que sabes que no
eres nada, que no tienes nada y que no puedes hacer nada sin el poder y guía
del Espíritu Santo.
Cada hora de cada día,
multitudes en todo el mundo han leído ésta promesa en la Biblia o la han escuchado
predicar, y han clamado en oración y han sido bautizados con el Espíritu Santo.
“Y en los postreros
días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne…En aquellos días
derramaré de mi Espíritu” (Hechos 2:17-18). El está disponible para todo el que
lo pida: “¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que
se lo pidan?” (Lucas 11:13).
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


