"Por
tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos
confiado." Salmo 33:21
La raíz de la fe produce la flor del gozo del
corazón. Tal vez al principio no nos regocijemos, pero llega a su debido
tiempo. Confiamos en el Señor cuando estamos tristes, y en su debido momento,
Él responde de tal manera a nuestra confianza que nuestra fe se logra
cumplidamente y nosotros nos regocijamos en el Señor. La duda engendra zozobra,
pero la confianza significa gozo a la larga.
La seguridad expresada por el Salmista en este
versículo, es realmente una promesa entregada en las manos de la santa
confianza. Oh que recibamos gracia para apropiarnos de ella. No obstante que
no nos regocijemos en este momento, lo haremos, tan ciertamente como que el
Dios de David es nuestro Dios.
Debemos meditar en el santo nombre del Señor, para
que podamos confiar más en Él y para que podamos regocijarnos más prestamente.
Él es en carácter santo, justo, verdadero, misericordioso, fiel e inmutable.
¿Acaso no hemos de confiar en un Dios así? Él es omnisciente, todopoderoso y
omnipresente; ¿no podemos confiar en Él alegremente? Sí, eso haremos de
inmediato, y lo haremos sin reservas. Jehová-jireh proveerá, Jehová-salom
enviará la paz, Jehová-tsidkenu justificará, Jehová-sama estará por siempre
cerca, y en Jehová-nisi venceremos a cualquier enemigo. Quienes conocen Tu
nombre confiarán en Ti; y quienes confíen en Ti se regocijarán en Ti, oh Señor.
CHARLES SPURGEON -
(Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")