“Jesús habló de estas cosas, y levantando los ojos al cielo,
dijo: "Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo para que el Hijo te
glorifique a ti, así como le diste autoridad sobre todo hombre, para que dé
vida eterna a todos los que le has dado. Y ésta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado.
Yo te he glorificado en la tierra, habiendo acabado la obra que me has dado que
hiciera.” Juan 17:1-4
Quieres que tus amigos
conozcan a Jesús. Ayer aprendiste que la oración es tu punto de partida para
contarles a otros de Jesús. Pero, ¿hasta qué punto estás seguro de que Dios
contestará tus oraciones?
Observa esta escala de 1 a 10. ¿Hasta qué punto estás
seguro?
1. No oro mucho. Cuando oro, me escondo con un
extinguidor, por si acaso a Dios no le gusta lo que digo y me manda fuego.
3. De vez en cuando tiro una oración hacia el cielo. Me preocupa que
cuando Dios me oiga orar diga: "¿Y ese quién es?".
5. Oro. Pero entre dientes. Creo que Dios prefiere escuchar a
mi hermana.
7. Estoy bastante seguro de que Dios me oye. Pero todavía tengo a
mano el extinguidor para mis pedidos realmente grandes.
10. Hablo con Dios con seguridad y respeto. Sé que Dios contesta
cada oración en una manera que coincide con su voluntad.
Es absolutamente
importante que lleguemos a sentirnos seguros al orar. Esta es la razón: Dios
tiene un plan para obrar en tu mundo. De hecho, tiene unas promesas
extraordinarias que quizá sean nuevas para ti. Pon a prueba ésta: "Pídeme,
y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la
tierra" (Salmo 2:8). Para recibir con más fuerza el impacto de su promesa,
exprésalo así: "Si me pides, te daré tu equipo de fútbol, o el chico que
se sienta a tu lado en tu clase de matemáticas, o de inglés...".
Dios promete darte las
personas a las cuales puedes hablarles de él. Tu parte es pedir. ¡El tiempo y la experiencia te darán la
seguridad para ser audaz cuando oras!
Existe un secreto que
te ayudará a pedir con confianza y a apropiarte de lo que Dios prometió: Ora
teniendo una meta. Muchos creyentes oran diciendo: "Bendice a Fulano de
Tal", sin tener idea de lo que realmente están pidiendo. Dios quiere que
ores enfocado en lo que quieres que haga. Sé específico con Dios al orar por
tus amigos, compañeros de escuela, de equipo o familiares no creyentes.
No hay ninguna duda en
cuanto a la voluntad de Dios para nuestros amigos. Los quiere a todos en el
cielo (ver 2 Pedro 3:9). Así que cuando pedimos que nuestros amigos confíen en
Cristo y sean salvos, ¡podemos estar seguros de que estamos pidiendo algo que
Dios ha anunciado como su voluntad!
JOSH MCDOWELL - (Dev. "VIDA
NUEVA PARA EL MUNDO”)


