La clave para entender
cómo opera Satanás contra la iglesia de Jesucristo se encuentra en la palabra
rebelión. En sencillas palabras, rebelión significa ir contra las normas y
autoridad de la Palabra
de Dios. Cuando Lucifer le declaró la guerra a Dios, se estaba rebelando contra
la palabra del Todopoderoso.
Debes comprender que la
palabra de Dios es Su poder. A través de ella, Él hizo el mundo. Y a través de
ella, el sol, la luna y las estrellas se mantienen en su lugar. Su Palabra hizo
todo lo que fue hecho y continúa produciendo vida. Y por su Palabra, Dios quita
reyes y levanta naciones. A través de ella, Él bendice y salva, juzga y
destruye. (Ver Salmos 29:3-9)
La meta de Satanás es siempre tentar al pueblo de Dios a que
se rebele contra Su Palabra. Él sembró pensamientos de rebeldía en Adán y Eva,
haciéndoles razonar: “Yo sé lo que Dios dijo, pero voy a actuar de acuerdo a mi
propia voluntad.” Esos pensamientos causaron la caída de la humanidad.
Satanás también tuvo
éxito en sembrar semillas de rebeldía en la nación escogida por Dios, Israel.
El salmista dice que Israel era: “Generación
contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con
Dios su espíritu.” (Salmo 78:8). Las Escrituras también dicen de Israel:
“Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová
vuestro Dios” (Deuteronomio 1:26).
Nótese que Dios reveló
su palabra claramente a todo este pueblo, y aún así se rebelaron contra ella.
¿Por qué? Fueron seducidos por el maligno.
Satanás también tratará
de tentarte para que te rebeles contra la palabra de Dios. Él sabe que no lo
logrará con tentaciones claras, así que inyectará seducciones sutiles en tu
mente al inundar tu vida con dolor, pruebas y luchas. Y tratará de bloquear la bendición
de Dios en tu vida, tal como estorbó a Pablo en su ministerio.
Muchos han caído como
presa a las seducciones sutiles de Satanás. El salmista dice que tales
creyentes: “moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción
y en hierros, por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y
aborrecieron el consejo del Altísimo.” (Salmo 107:10-11).
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


