"¿Hasta cuándo, señor, he de pedirte ayuda? (Habacuc
1:2 NVI)
¿Estás esperando a que
empiece a hacerse realidad la visión que tienes, a encontrar una solución a un
problema o a que aparezcan las primeras señales del cumplimiento de una promesa
que Dios te hizo? No eres la primera persona a quien le cuesta la idea de
esperar, y tampoco serás la última. Es más, cuando consigas lo que estás
esperando ahora, empezarás a querer otra cosa. Si hay una palabra que defina el
vivir cristiano, es "esperar". Dios le dijo al profeta Habacuc:
"La visión se realizará en el tiempo señalado. No dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá" (Habacuc 2:3
NVI). ¿Por qué dijo Dios eso? Porque estaba respondiendo a la pregunta del
profeta: "¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me
escuches?" (Habacuc 1:2 NVI). Mira al patriarca Job. Cubierto de llagas y
sin un céntimo dice: "El hombre que muere, ¿volverá a vivir? Todos los
días de mi vida esperaré, hasta que llegue mi liberación" (Job 14:14).
No es fácil esperar a
que cambien las cosas. Entonces, ¿qué
deberías hacer mientras esperas? Vuélcate en la tarea que tienes en el momento;
si no, estarás comprometiendo tu propio futuro. Santiago escribe: "Tened
paciencia. Mirad cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto
y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia. Así también vosotros,
manteneos firmes y aguardad con paciencia." (Santiago 5:7-8 CST). Lo que
Dios tiene guardado para ti vale más que todo precio y toda espera.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")