Como siervos del Señor,
estamos en peligro constante del enemigo. Nuestro amor por Jesús es una amenaza
a todo el infierno y no podemos tomar ninguna obra santa sin que Satanás ponga
toda clase de lazos y trampas para nosotros.
Recientemente, una
consejera matrimonial me llamó: “Dondequiera que miro en nuestra iglesia, las
parejas se están separando”, me dijo. “Literalmente, es una plaga en el cuerpo
de Cristo ahora mismo”.
Escucho toda clase de
razones por el descontrol en hogares cristianos: incompatibilidad, falta de
comunicación, pérdida de afecto, infidelidad. Pero en realidad, es algo que va más
allá de eso. Detrás de todo, es un ataque del infierno contra los santos de
Dios.
La causa de los hogares
rotos entre inconversos no es un misterio. Pero entre los justos, tal
descontrol tiene una causa. Piénsalo, ¿Cómo pueden perder la autoridad en sus
hogares los cristianos dedicados que han estado escuchando predicación santa
por años? Ellos conocen muy bien el juramento de Dios en su pacto de ser su
fortaleza. Ellos saben que Él promete destruir cada poder satánico que venga
contra ellos. Así que, ¿Por qué el diablo está prevaleciendo? ¿Por qué sus
matrimonios están bajo constante amenaza?
Creo que es porque al
menos un integrante de la pareja ha abierto la puerta al engaño satánico. Quizás ambos han permitido algo de
liviandad en sus vidas, o se han vuelto espiritualmente flojos. Y ahora un
demonio enfurecido ha obtenido una fortaleza en sus corazones y hogar.
Si estás bajo ataque
como este, debes preguntar lo que los discípulos preguntaron: “Maestro, ¿Por
qué no pudimos echar fuera esos demonios?” Jesús respondió que ciertas ataduras
satánicas no responderán a la imposición de manos o una sola oración a medias.
Estas fortalezas están arraigadas tan profundamente, que la única forma de
echarlas fuera es a través de oración y ayuno continuo.
Sin embargo, la iglesia
de hoy está en un adormecimiento en relación al poder de la oración. Un velo ha
caído sobre los ojos de millones. Y ahora, cada vez que confrontan problemas,
el último a quien van es a Jesús. Han abandonado el aposento secreto, y a
cambio, se han vuelto a la sicología, consejeros, libros, amigos; a todo, menos
al Señor.
Si dices que tu
matrimonio está arruinado y quieres que sea sanado, tengo que preguntarte
¿Cuánto tiempo pasas a solas con Dios? ¿Cuántas veces has apagado el televisor
por una hora para solamente sentarte ante Jesús y descargar tu alma? ¿Cuántas
comidas has dejado para ayunar por tu matrimonio?
“La oración eficaz del
justo puede mucho.”(Santiago 5:16)
DAVID WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)