"...Un hombre tenía dos hijos" Lucas 15:11
El verdadero
protagonista de la parábola del hijo pródigo es el padre. Éste tenía dos hijos:
uno rebelde y otro religioso. Pero los amaba a los dos; y porque eran su
familia, nunca se dio por vencido con ellos. Mientras que el hermano menor
estuvo en tierras lejanas sumido en el pecado, el hermano mayor estaba en casa
sumido en su moralidad. Uno era culpable de cometer pecados de la carne (los
evidentes); el otro era culpable de los pecados del espíritu (no tan
evidentes). Sólo después de perderlo todo el hijo menor descubrió que vivir en
sumisión a las normas paternas era la forma más gratificante y segura de vivir.
Sólo después de entender la diferencia entre guardar las normas y tener una
relación, el mayor pudo comprender las palabras de su padre: "...Todo lo
que tengo es tuyo" (Lucas 15:31 NVI).Uno cumplió con las reglas, pero no
era feliz; el otro las incumplió y tampoco fue feliz. ¿Con cuál de los dos te
identificas?
El problema estaba en que ninguno de los dos hijos conocía
el corazón del padre, porque eran muy egocéntricos. Pero eso cambió cuando
se dieron cuenta de que eran amados a pesar de sus faltas, y que su padre
quería bendecirlos. Tienes que entender lo siguiente: puedes leer la Biblia , ir a la iglesia,
guardar todos los preceptos y no conocer de verdad la fidelidad de Dios, Su
amor y Sus planes para tu vida. Hasta que no lo conozcas profundamente, no
estarás bien cimentado; serás zarandeado de un lado para otro por las diversas
circunstancias, emociones y tentaciones. Pero cuando sepas a Quién le
perteneces, empezarás a captar quién eres, lo que tienes que hacer y en dónde
tienes que estar.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")