“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan
con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas” Mateo 7:12
Es como si Jesús
estuviera diciendo: “Si yo estuviera sufriendo me gustaría que alguien me
consolara, y si me perdiera me gustaría que alguien me diera lo que tuviese
para sacarme de ahí”.
Haz por los demás lo
que quieras que hagan por ti. Esta es la clave para liberar todos los recursos
que Jesús nos dice que debemos pedir. Es la clave para soportar el desprecio de
aquellos que se le oponen y la clave para ser amable con sus enemigos. Es el
corazón de Dios que dice: “No estoy dispuesto a que ninguno se pierda”, y eso
es lo que te permite no tomar represalias cuando te abofetean en la cara. Es la
clave de la felicidad y el amor en el lugar de trabajo a pesar de la rudeza de
los que te rodean.
La promesa al final de
este capítulo de la
Escritura dice: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras,
y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la
roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra
aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mateo 7:24-25).
La casa fue fundada sobre la obra de Dios en la tierra. Es por eso que Pablo
podía estar en un barco azotado por la tormenta, todavía en pie, y tomar la
santa cena, y alentar a los que tendrían que nadar hasta llegar a un lugar
seguro (Ver Hechos 27). Todo se trataba
de la gloria de Dios y de los demás, no se trata de su propia preservación.
Pablo podía ver lo que el hombre común no podía ver. El capitán de la nave y
los otros tripulantes no podían verlo, pero los ojos de Pablo fueron abiertos y
se le dio una visión increíble, porque él había elegido ser usado para la
gloria de Dios y los demás. Él era un tipo de aquellos que tendrían aceite para
sus lámparas en los últimos días (Mt 25:1-13)
Los animo a estudiar
los capítulos 5 al 7 de Mateo. He leído estos tres capítulos una y otra vez, y
creo que dan una visión clara de lo que la vida cristiana debiese ser. Mientras
más estudies estos capítulos, más convencido estarás que no puedes vivir esta
vida por ti mismo, necesitas el poder de Dios. Así que el Señor te dice:
“¡Pídelo ahora!” (Mateo 7:9).
CARTER CONLON - (DEVOCIONAL
DIARIO “ORACIONES”)