“Que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional.” Romanos 12:1
Cuando muchos piensan en la adoración, se
imaginan los vitrales de una iglesia y los inmensos órganos. Pero en la Biblia,
la misma palabra que se emplea para describir la adoración también significa
servicio.
La mayor
adoración que puede rendírsele a Dios es servirle. Para Pablo, el servicio significaba una
entrega absoluta.
Pablo le escribió a Timoteo: “Doy gracias a
Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia” (2 Ti. 1:3). Pablo
estaba diciendo que se podía mirar en lo más íntimo de su ser y ver que servía
a Dios con todo su ser. El servicio de Pablo era un acto de adoración. Era
profundo, genuino y sincero. Esa es la verdadera medida de la genuina
espiritualidad. La única forma de servir a Dios es con una entrega absoluta.
JOHN MACARTHUR -
(Devocional "LA VERDAD PARA HOY")


