¡Gloria a Dios en las
alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Lucas 2:8-14,14
Es probable que hayas cantado cada uno de los siguientes
cantos de Navidad, excepto que hemos agregado palabras para activar tu cerebro.
A ver si puedes adivinar los títulos reales; el primero, por ejemplo es
"Venid, pastorcillos". Tacha las palabras que sobran.
1.Venid, muchachos y pastorcillos
2.Noche de guerra y de paz
3.Suenen dulces himnos y campanas
4.Se oye un son y ruido tremendo en alta
esfera y en las nubes
5.Ve, dilo en las montañas si vives donde
hay montañas
6.¡Oh aldehuela de Belén y ciudad de
Nazaret!
7.¡Al mundo y a la luna, paz nació Jesús!
8.¡Oh lindísimo, santísimo, felicísimo!
9.Suenen y toquen dulces himnos en la
guitarra
Cuando los ángeles cantaron "En la tierra paz"
su mensaje no fue una adivinanza. Trajeron la nueva de gran gozo: ¡Jesucristo
es el Príncipe de Paz!
Jesús vino para traer paz a tu mundo. Quiere darte paz a
ti. Y ninguna persona ni ninguna cosa te pueden dar la paz que Jesús promete.
Su paz comienza con la paz interior de confiar en él y dejar que su paz
gobierne tu vida.
Al ir desarrollando la paz de Jesús, te conviertes en un
pacificador como él. Cuando tu familia tiene desacuerdos, ¿eres tú un agente de
paz o empeoras las cosas? Cuando tu hermanito empieza a molestarte, ¿tratas de
calmarlo o lo molestas tanto como te molesta él a ti? Cuando tus amigos ofenden
o critican —y tú eres la víctima— ¿buscas maneras de resolver la situación?
La paz que Jesús dio —que puedes disfrutar hoy— es de lo
que se trata Navidad. Por eso, extiende la paz de Dios. Ese es un regalo de
Navidad que Jesús apreciará.
JOSH MCDOWELL - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO")