"Entonces entraron
en discusión sobre quién de ellos sería el mayor" Lucas 9:46
Leemos en la Palabra: "Entonces entraron en
discusión sobre quién de ellos sería el mayor. Y Jesús, percibiendo los
pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, y les dijo:
Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera
que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre
todos vosotros, ése es el más grande" (Lucas 9:46). ¿Qué espíritu se
manifiesta en este episodio? Un espíritu interesado. Mientras tu motivación
para servir sea el dar una buena imagen, nunca disfrutarás de la aprobación de
Dios; y al fin y al cabo, eso es lo único que cuenta. La capacidad de trabajar
sin ser visto y hacerlo con gozo proviene de saber que, en última instancia, tu
servicio será reconocido y recompensado por el Único cuya opinión debería
importarte.
¿Por qué puso Jesús a un niño como ejemplo? Por tres
razones:
1) Los niños son
enseñables. El día que dejes de aprender, estarás
acabado. Si no aceptas la corrección, Dios no te comunicará nada nuevo.
"El corazón prudente adquiere conocimiento; los oídos de los sabios
procuran hallarlo" (Proverbios 18:15 NVI).
2) Los niños son
confiados. Si le prometes algo a un niño, él te cree y
está seguro de que lo cumplirás. "Mejor es confiar en el Señor que confiar
en el hombre" (Salmo 118:8).
3) Los niños tienen el
corazón tierno. "...Todos deben ser... de buen
corazón..." (1 Pedro 3:8 NTV). El Espíritu Santo es simbolizado en
las Escrituras por una dócil paloma; por
lo tanto, haz que tu corazón sea sensible y receptivo al trato de Dios.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")