"Vinieron a él y lo
despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos!..." Lucas 8:24
La Biblia nos relata: "[Jesús] entró en una barca
con sus discípulos y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
Pero, mientras navegaban, Él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de
viento en el lago, y se anegaban y peligraban.
Vinieron a Él y lo despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que
perecemos! Despertando Él, reprendió al viento y a las olas... Y les dijo:
¿Dónde está vuestra fe? Atemorizados, se maravillaban y se decían unos a otros:
¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y lo obedecen?"
(Lucas 8:22-25). En este episodio comprobamos que los discípulos tenían un espíritu
de temor. No importa cuántas veces nos haya bendecido Dios y haya respondido
nuestras oraciones, la siguiente vez que enfrentamos una crisis, sobre todo si
es algo nuevo, nos atemorizamos.
¿Quién les había pedido a los discípulos que entraran en
la barca? Jesús. Tienes que entender lo
siguiente: la fe no te exime de las tormentas de la vida, sino que te equipa
para pasar por ellas. Y si estás en la voluntad de Dios, ninguna tempestad,
por severa que sea, podrá hundirte. Jesús sabía que iba a desatarse una
tormenta antes de que los discípulos subieran a la barca. ¿Por qué, entonces,
los expuso? Porque los estaba preparando para el futuro, para los días cuando
Él ya no estuviera con ellos y se hubieran de enfrentar a la persecución, a la
cárcel y hasta a la muerte.
La palabra para ti hoy es: no temas; el Señor está
contigo, y con Él vas a pasar al otro lado.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")