Sé que mi familia y
yo no somos los únicos que sufren y soportan grandes aflicciones. Recibo muchas
cartas desgarradoras de los cristianos piadosos que están pasando por la mayor
prueba que hayan conocido.
Nunca tantos se han
venido abajo con el cáncer. Nunca ha habido tantos heridos por el divorcio, con
sus compañeros abandonando la casa y renunciando al matrimonio. Nunca tantos
han sido agobiados por los problemas financieros. Nunca ha habido un momento
igual de tanta prueba, confusión, dolor y profundas heridas. Los más queridos
hijos de Dios están pasando por el fuego de refinación. Si bien es cierto que "muchas son las aflicciones del
justo", también es cierto que "el Señor lo librará de todas
ellas" (Salmo 34:19).
He estado orando,
"Dios, Tú nos dijiste que nos acerquemos confiadamente a Tu trono de la
gracia para alcanzar misericordia para ayudarnos en nuestro tiempo de
necesidad. Necesitamos desesperadamente tu misericordia".
¿Hay esperanza para alguno de nosotros en estos tiempos
difíciles sin la misericordia del Señor? ¿Qué es lo que hacemos como creyentes cuando
el enemigo viene como una inundación? ¿Por qué aquellos que están tan
profundamente dedicados a Cristo tienen que soportar pruebas tan inusuales?
No tengo todas las
respuestas. Sé que el justo sufre y sé que muchas personas piadosas leyendo
este mensaje están heridas y pueden preguntarse por qué tienen que soportar
tanto dolor. También sé que cuando usted toma su lugar en el Santo de los
Santos usted descubre pruebas desconocidas para los que están en el patio
exterior.
Las noticias diarias
están llenas de horror y de violencia, pero ni por un momento deje que eso
estropee su visión de la iglesia gloriosa que se levanta en medio de la ruina y
la confusión para tomar dominio y autoridad.
Un cuerpo santo,
perdonado y descansado, sosteniendo a Cristo, la cabeza; se está revelando en
clara medida. Este victorioso cuerpo se está poniendo a punto, con una vista
bien definida, fuerte y ejercitando su músculo espiritual, pone en peligro los
mismísimos poderes de Satanás.
¡El pronóstico para
el cuerpo de Cristo es increíblemente glorioso y nada en este mundo impío puede
afectarle de manera adversa o cambiar su propósito!
DAVID WILKERSON -
(Devocional Diario “ORACIONES”)