“Regocijaos en el Señor
siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Filipenses 4:4
Muchos creyentes se convierten en víctimas de sus
circunstancias y como consecuencia viven en altibajos espirituales. Para ellos,
una orden de que se regocijen parece irracional. Pero la orden del versículo de
hoy es regocijarse “en el Señor”.
No siempre podemos regocijarnos en nuestras
circunstancias o en las de otras personas porque ambas pueden ser malas. Sin
embargo, podemos regocijarnos en el Señor porque Él es siempre bueno y sabemos
que nunca cambia. De modo que nuestra
estabilidad espiritual se relaciona directamente con nuestro conocimiento de
Dios. El conocerlo nos ayuda a vivir por encima de nuestras circunstancias
y nos da estabilidad. Por eso se escribieron los Salmos en forma poética y se
les puso música, para que el pueblo de Israel pudiera memorizar las Escrituras
y cantar himnos a fin de profundizar su conocimiento de Dios.
El conocerlo hace que todo lo demás parezca menos
importante.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY")