"El Señor al que
ama disciplina..." Hebreos 12:6
Es muy importante distinguir cuando estás siendo atacado
y cuando no. Alguien escribió: "Hay una tendencia entre los cristianos de
considerar cualquier cosa mala como guerra espiritual, en lugar de admitir que
se está recogiendo lo que se sembró. Por ejemplo, si has descuidado tu papel de
mentor espiritual de tus hijos, tal vez Dios permita que caigan en pecado. Si
no has sido honrado en algo, quizás Él te deje sufrir las consecuencias.
"El Señor al que ama disciplina..." (Hebreos 12:6). Sería absurdo
pedir que Dios alivie tu malestar cuando en realidad Él te está disciplinando
para llamarte la atención. Es doloroso cuando no puedes entender esa realidad,
porque la disciplina de Dios no te va a ayudar si la atribuyes a la actuación
de Satanás. Si no lo captas, acabarás culpando a Dios de no responder tus
oraciones o de no protegerte, mientras que lo que Dios hace es advertirte del
peligro". "...Ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos... para que,
sometida a prueba vuestra fe... sea hallada en alabanza..." (1 Pedro
1:6-7).
Cuando el herrero toma
un trozo de metal y lo pone en el yunque, ya tiene en mente lo que quiere
hacer. El proceso requiere fundir el viejo hierro,
volver a moldearlo, quitar las muescas,
reparar los rayones, rellenar los huecos y limpiar las impurezas hasta que ese
pedazo de metal inútil vuelva a ser de valor. Por último, lo mete en el agua
fría para que se endurezca y se transforme en una herramienta resistente y
útil. Max Lucado comenta: "Un instrumento sólo puede ser de utilidad si
tiene la forma adecuada... el buen herrero mantiene sus herramientas en
perfecto estado... y lo mismo hace Dios. Si te coloca en su yunque, dale
gracias, porque Él cree que mereces la pena ser moldeado".
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")