“Amados hermanos míos,
no erréis.” Santiago 1:16
¿En qué punto se enfrenta usted al pecado? No en el punto
de la conducta, porque entonces es demasiado tarde, sino en el punto del deseo.
La persona que puede dominar sus reacciones emocionales puede enfrentarse con
el pecado. Cuando se le está bombardeando con reacciones emocionales negativas,
una persona con una mente santificada puede desactivar los deseos antes que
ellos sean activados por la voluntad.
Pero una vez que dominan la voluntad, su nacimiento es inevitable.
Tiene que enfrentarse a las emociones lujuriosas si
quiere enfrentarse con éxito al pecado en su vida. Si expone sus emociones al
anzuelo, puede quedar atrapado a menos que tome medidas inmediatas.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY")