"Pero cuando venga
el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad." Juan 16:13
La verdad es semejante a una vasta caverna en la que
deseamos entrar, pero que somos incapaces de recorrer solos. Su entrada es
clara y brillante; pero si nos adentráramos más y exploráramos sus escondrijos
más recónditos, necesitaríamos un guía o nos perderíamos. El Espíritu Santo,
que conoce toda la verdad perfectamente, es el guía asignado a todos los
verdaderos creyentes, y los conduce según su propia capacidad, desde una cámara
interior hasta otra, para que contemplen las cosas más profundas de Dios, y
para que les sea revelado Su secreto con claridad. ¡Cuán grande promesa es esta
para una humilde mente inquisitiva! Nosotros
deseamos conocer la verdad y adentrarnos en ella.
Estamos conscientes de nuestra propia propensión a errar,
y sentimos la urgente necesidad de un guía. Nos gozamos porque el Espíritu
Santo ha venido y mora entre nosotros. Condesciende a actuar como un guía para
nosotros, y nosotros aceptamos gozosos Su liderazgo. Deseamos aprender
"Toda la verdad", para no volvernos sesgados y estar sin equilibrio.
No queremos ser ignorantes voluntarios de ninguna parte de la revelación para
no perdernos alguna bendición, o para no incurrir en pecado. El Espíritu de
Dios ha venido para guiarnos a toda la verdad: escuchemos Sus palabras con
corazones obedientes y sigamos su guía.
CHARLES SPURGEON - (Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")