“… sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” 1ª Juan 3:2 (Leer
1ª Juan 2:28–3:3)
¿Quién soy? Esta es la pregunta que se hace
un descolorido animal de peluche en el libro para niños titulado Nothing
[Nada], de Mick Inkpen. Abandonado en un rincón polvoriento de un ático, el
animal oye que los transportistas de mudanzas lo llaman «nada», y él piensa que
ese es su nombre: Nada.
Al encontrarse con otros animales, sus
recuerdos se despiertan. Nada se da cuenta de que solía tener cola, bigotes y
rayas. Pero recién cuando se encuentra con un gato atigrado que lo ayuda a
encontrar su camino a casa, Nada recuerda quién es en verdad: un gato de
peluche llamado Toby. Con amor, su dueño lo restaura, cosiéndole nuevas orejas,
cola, bigotes y tiras.
Cada vez que leo este libro, pienso en mi
identidad. ¿Quién soy? Juan, escribiéndole a creyentes en Cristo, dice que Dios
nos llama sus hijos (1ª Juan 3:1). No entendemos por completo esta identidad,
pero cuando veamos a Jesús, seremos como Él (v. 2). Tal como el gato Toby, un
día, seremos restaurados a la identidad inicial que Dios planeó que tuviéramos
y que el pecado distorsionó. Por ahora, podemos entender en parte esa identidad
y reconocer la imagen de Dios en cada uno. Pero un día, cuando veamos a Jesús,
la identidad que Dios tuvo en mente para nosotros será completamente
restaurada. Seremos hechos nuevos.
Dios, gracias por rescatarnos y restaurarnos.
¿Dónde encuentro mi identidad? Según las Escrituras, ¿cómo me ve Dios?
(La Biblia en un año: Levítico 6–7
— Mateo 25:1-30)